09 junio, 2007

CHARLA

--Bajo el suelo que pisas hay remaches, levanta la duela y busca.
--Me he alimentado de recuerdos, cosa no tan sana (lo bueno es que puedo llevarlos conmigo, así que hambre no tendré). Ésta telenovela terminará platicándote como fui y regresé de Baja California, que es como la Nínive del Padre Mapple: el límite del mundo; un paso más y caes.
--Si. La prueba fehaciente de que la tierra es plana;
mejor regresa
porque quiero oírte,
quiero conocer el sabor de tu mirada,
quiero que tu voz rompa los vidrios de la cafetería donde tomemos futuro te negro o rojo, te de aurora boreal.
--Ojala que todos los deseos se volvieran realidad... pero siempre hay agua roja y de alguna manera, sea lo que sea, ésta (otra agua) no carecerá de ese (colorido) elemento.
--Formemos, pues, un mar rojo, doméstico todo él. Lo importante es que inicies un camino, el que quieras, hacia donde gustes… (Hacia el sol y te lo robas).



El pastel imposible y Trágico Strudel de manzana agria

1 comentario:

Anónimo dijo...

triste es entonces la calma con la que el agua roja espera la falta de luz en su marea... veras como todos los deseos se volveran realidad...