Suave vaivén, amoroso, necesario... Te levantas para internarte entre olas. Casi flotas. El azul y el aire agitan tu cabello. Mi mano necesita el dulce volumen de tus senos mientras extraño el peso ligerísimo de tu sonrisa sobre mí. Sueño que te alejas y dejas tu caracola sobre la arena, a mi entera disposición.
En mi espalda un araño sangra feliz.
Una vez más me apropio de ésta imagen fotográfica con la que evoco situaciones y lugares. Con ésta caracola la libido (de algunas personas, incluyéndome) se desata y vuela. Espero pase lo mismo con ustedes.
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